martes, 24 de mayo de 2011

New York Times critica aprobación de Hidroaysén


Editorial - Mantener Virgen La Patagonia Chilena
Link: Editorial New York Times

Una comisión de análisis ambiental en la región de Aysén del sur de Chile, ha tomado una decisión potencialmente desastrosa, la votación para aprobar la construcción de cinco represas hidroeléctricas, dos en el río Baker y tres en el Pascua. El daño que estas represas hacen al medio ambiente es enorme, y su construcción - en un paraíso natural en gran medida virgen - abriría el camino para un desarrollo mayor, incluyendo más presas.

El flujo de los ríos Baker y Pascua en los fiordos vírgenes que se abren paso a lo largo de la costa del sur de Chile. Las represas inundarían parcialmente un parque nacional, así como partes de un paisaje que Chile había estado esperando a tener nombrado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.

La votación sigue a una revisión ambiental que veía sólo las consecuencias inmediatas de la construcción y no los efectos a largo plazo sobre la ecología de estas cuencas hidrográficas o los riesgos aguas abajo en pequeños embalses, ríos violentos, glaciares que están sujetos a inundaciones abruptas de los lagos por encima de ellos. Para entregar el poder que se generan - algO de 2.75 GW - Chile tendría que construir un corredor de 1.400 kilómetros de líneas eléctricas hacia el norte, realizando la tala más grande del planeta.

No hay duda de las necesidades de Chile de energía o el hecho de que paga mucho más por la electricidad que cualquiera de sus vecinos. Pero los estudios más importantes han dejado en claro que en Chile hay extraordinarias fuentes de energía renovables, incluyendo la energía solar, geotérmica y eólica que se podrían desarrollar con mucho menos impacto sobre el medio ambiente.

Se trata de una temprana escaramuza en una batalla larga y reñida. Una revisión medio ambiental por separado debe ser completado y aprobado para la vía de transmisión. Esperamos que tengan una mirada más integral por el daño que causaría este proyecto. Quizás entonces el gobierno de Chile, que apoya el proyecto de la represa, llegue a entender lo que muchos chilenos ya saben: que sacrificar la Patagonia por el poder sería un error irreparable.